Cuando hablamos del marketing con redes sociales en la mayoría de los casos suena a algo genial, algo que nos va a permitir llenarnos los bolsillos de dinero, ya sea como empresas o profesionales. No obstante, existen riesgos, como todo en la vida, y algunos de esos riesgos pueden ser fáciles de resolver y otros implican más esfuerzo. En cualquier de los casos es mejor tomarlos en serio y buscar la mejor solución.
A pesar de los riesgos, es mejor ver el lado positivo y sacar provecho a las redes sociales para generar riqueza que quedarte paralizado por los riesgos y no hacer nada. Podemos clasificar a los riesgos en la gestión de las redes sociales en dos grandes grupos, internos y externos.
Los riesgos internos tienen que ver contigo, con tu empresa o negocio y la forma en que provees o no soluciones a tus posibles clientes.
Me refiero a que hay un alto riesgo de que pierdas dinero si, por ejemplo, haces una campaña publicitaria en Facebook para conseguir seguidores, pero no tienes claro el objetivo de hacer esto. Seguramente tendrás más fans o personas que hayan hecho clic en «Me Gusta» tu página, pero de qué te sirven cientos de seguidores si no puedes ayudarlos en algo que se relaciona con tu negocio.
Otro de los grandes riesgos, es cómo manejas la relación con tu audiencia. Supongamos que publicas alguna oferta y tienes 30 comentarios, de los cuales 5 son negativos, e incluso tienes un par que te insultan. Al borrarlos o no darles un tratamiento adecuado, el resto de las personas se darán cuenta y desconfiarán de lo que estás haciendo, creerán que les mientes o sólo te gusta mostrar lo bueno y estarás en riesgo de perder seguidores, incluso hasta clientes.
Por el contrario, si das respuesta a esos comentarios negativos de manera educada o simplemente los ignoras sutilmente, te aseguro que el riesgo de perder seguidores y clientes será menor.
En general, los riesgos internos dependen de ti, no es tan complicado minimizarlos como pareciera.
La otra cara de la moneda son los riesgos externos, todo aquello que no depende de ti o de tu empresa. Dentro de esos están:
Te podrás dar cuenta que la mayoría de los riesgos externos son cosas que no puedes cambiar, pero sí te puedes adaptar o buscar una solución para minimizarlos. Lo mejor de todo es que siempre puedes mejorar y, en ocasiones, no es tan complicado como parece.
Oscar Herrera
Experto, consultor y conferencista en marketing con redes sociales y tráfico web, aplicado a los negocios.
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