¿Cuántas veces hemos tenido ganas de aprender algo nuevo y cuántas veces hemos decidido aplazar el aprendizaje a causa de la falta de dinero o tiempo? Sin embargo, el conocimiento no tiene precio, en él se encuentra la verdadera riqueza de cada uno y, por lo tanto, siempre es necesario ampliarlo y fortalecerlo. Es decir, la excusa de la carencia de tiempo en la nueva era informática se ha vuelto inaceptable.
Igual que los estudiantes de la secundaria que cuando tienen cualquier duda visitan la página de https://rincondelvago.com, así también los adultos hoy en día tienen un abanico de posibilidades para aprender con numerosos cursos en línea. Dichos cursos a menudo tienen la misma calidad que los cursos presenciales, pero requieren más dedicación con el fin de que los alumnos logren terminarlos con éxito.
Para ello, en primer lugar, es necesario informarse bien sobre los cursos que se quieren hacer. Es decir, calcular cuántas horas se necesitan para cada uno. A partir de allí, podemos pasar a la elección del curso que mejor nos convenga.
Una vez hayamos elegido nuestro curso, tenemos que organizar bien el tiempo. Es decir, intentar tener más horas libres a la semana para dedicarlas al aprendizaje y no perderlas viendo la televisión o navegando por Internet.
La liberación de alrededor de diez horas semanales que pasamos viendo programas que ni siquiera nos interesan, nos ayudan a organizar mejor las tareas diarias o incluso poder terminar más de lo previsto. Teniendo esto en cuenta, tenemos que crear un plan de aprendizaje calculando cuántas horas tenemos y cuántas necesitamos para dicho curso.
También hace falta mencionar que es de suma importancia seguir el plan de aprendizaje ya que si no lo hacemos se nos van a acumular tareas y eso dificulta seriamente el proceso. Tenemos que ser responsables y no dejar para mañana lo que se puede hacer hoy.
Otra cosa verdaderamente importante es el espacio en el que estudiamos, esto es, la elección del aula. Hay que elegir un sitio donde nos sentimos cómodos y relajados, listos para adquirir nuevos conocimientos. Sin embargo, ese sitio tiene que ser un lugar tranquilo, sin ruidos ni distracciones de cualquier tipo, ya que todo esto influye en nuestra concentración.
Este proceso de aprendizaje es, en su mayoría, un proceso autónomo, donde cada uno planifica su ruta hacia la cima. No obstante, es bueno conocer a otros participantes del curso al igual que a los profesores. Siempre nos viene bien compartir nuestras experiencias con alguien que ha pasado o está pasando por algo similar.
Finalmente, es de suma importancia pedir ayuda cuando es necesario. Esto es, si nos vemos estancados con algunos contenidos del curso, es muy importante que busquemos las opiniones y la ayuda de otros aprendices o directamente de los tutores del curso.
En conclusión, estos cursos nos ofrecen una mayor autonomía a la hora de aprender; sin embargo, cada estudiante necesita tener retroalimentación con respecto al trabajo que está haciendo, porque esto le ayuda a mejorarlo y a organizar mejor el proceso entero.