Al tiempo que compartimos una cantidad cada vez mayor de datos personales y profesionales en internet, aumentan los hackeos y los ciberataques que buscan apropiarse de esos datos para beneficio de los ciberdelincuentes. Lejos de tener poca importancia, la información que compartimos en la red puede ser muy valiosa para los estafadores digitales, hasta causar pérdidas o daños muy serios para las víctimas de cualquier filtración.
Por eso, para mantener una buena higiene digital y proteger nuestros datos online, estos son algunos de los hábitos que deberíamos mantener:
Hay una amplia variedad de navegadores web que podemos usar para acceder a todo tipo de páginas web, pero no todos son iguales, así que conviene elegir los que sean más seguros.
Navegadores como Chrome, Safari o Edge están desarrollados por Google, Apple y Microsoft respectivamente, con lo que tienden a favorecer la instalación de cookies y la recopilación de datos con fines publicitarios. Por eso suele ser más recomendable utilizar navegadores robustos e independientes como Firefox o Brave.
El uso de una VPN es una de las mejores formas de proteger nuestros datos online, sobre todo al navegar desde redes Wi-Fi poco seguras. La posibilidad de que un ciberatacante intercepte tus contraseñas o los datos de tu tarjeta de crédito mientras te conectas al Wi-Fi de una cafetería es muy real, pero estos datos serán indescifrables si navegas con una VPN profesional.
En la mayoría de los casos, además, podrás utilizar una VPN gratis durante al menos un primer mes de prueba que te servirá para valorar sus servicios.
A falta de un mejor método –que presumiblemente serán los sistemas de verificación biométrica–, las contraseñas continúan siendo la principal forma en que podemos autentificar nuestra identidad en internet. Sin embargo, continuamente se publican informes que denuncian la debilidad de la mayoría de las claves que utilizamos online, de forma que terminan siendo muy fáciles de vulnerar por parte de los hackers.
El uso de contraseñas aleatorias, extensas y únicas es fundamental para poder garantizar la seguridad de nuestras cuentas digitales.
Como capa de seguridad extra, la autenticación en dos pasos debería estar activada en todas las plataformas donde sea posible hacerlo. Generalmente, este tipo de verificación emplea el celular para confirmar transacciones o intentos de acceso a nuestras cuentas digitales, impidiendo así los hackeos.
Por ejemplo, si se filtra la contraseña de tu banca online y un ciberatacante trata de usarla para acceder a tu cuenta bancaria, la verificación en dos pasos solicitará una confirmación en tu teléfono, con lo que podrás denegar el acceso y mantener tus fondos a salvo.
En los últimos años se han multiplicado las recomendaciones de seguridad en las redes sociales y está más extendida la noción de que debemos limitar los contenidos personales que compartimos en ellas, pero todavía son millones las personas que comparten su vida privada de forma abierta y casi sin ningún tipo de filtro.
Las redes sociales pueden resultar adictivas e incluso pueden constituirse como una vía rápida para ganar popularidad, pero la información que publicamos en ellas puede dar lugar a serios casos de acoso y, además, suele ser utilizada por los hackers para tratar de vulnerar otras cuentas online.
Hay millones de apps en la Play Store de Google o la App Store de Apple, pero no todas estas aplicaciones son igualmente confiables. Cuando instalamos apps en el teléfono, solicitan una serie de permisos que pueden ser muy peligrosos, incluyendo la posibilidad de acceder a las fotos de nuestra galería, leer nuestros SMS o hacer llamadas sin nuestro conocimiento.
Además, no se trata de casos aislados. Apps tan populares como Facebook se encuentran entre las que más permisos solicitan a sus usuarios, y, con frecuencia, millones de personas los aceptan sin plantearse sus riesgos. Por eso es importante revisarlos con detenimiento y, en caso de duda, evitar la instalación de las apps sospechosas.