Hoy, los docentes enfrentan un gran reto: niños y jóvenes hiperconectados que se la pasan gran parte de su tiempo interactuando con computadoras y dispositivos móviles.
Sin embargo, ésta situación lejos de ser un problema, representa una gran oportunidad para aprovechar las TIC en pro de una formación más completa de los aprendices.
A continuación, vamos a mencionar algunas de las tecnologías que están al servicio de la educación.
Una de las más grandes falencias de la educación tradicional, es que el aprendiz debe tratar de recordar un montón de información con la esperanza de que le será útil en algún momento de su vida más adelante; por tanto, no hay una aplicación práctica de dicha información y es muy difícil que se conviertan en conocimiento útil.
Los simuladores virtuales representan una gran ayuda para afrontar esta falencia, pues, a través de ellos, los aprendices pueden usar la información de manera práctica al interactuar con retos y situaciones basadas en experiencias reales.
Hoy en día, podemos encontrar simuladores virtuales para áreas como la medicina, finanzas, administración, mecánica, ingeniería, etc. Es cuestión de que el docente se anime a encontrar uno que se ajuste a su asignatura. Y, si no lo encuentra, ¿Por qué no?, animarse a diseñarlo.
Es una tecnología que aún está en fase de desarrollo, pero que vislumbra un gran potencial en diferentes áreas del conocimiento. No es coincidencia que, empresas como Facebook, Google y Amazon, se encuentren invirtiendo grandes sumas de dinero en herramientas de realidad virtual.
¿Te imaginas ponerte un casco de realidad virtual y poder viajar a la época o al lugar que quieras? Sin duda, sería una experiencia significativa en la que el aprendiz podría descubrir y aprender de lugares, épocas y situaciones, siendo él el protagonista.
También es importante que los aprendices puedan optimizar el uso de su tiempo para que puedan aprovecharlo al máximo. Herramientas como Dropbox y Google Drive permiten crear carpetas en la nube que se sincronizan automáticamente, abriendo un mundo de posibilidades para compartir información en tiempo real, crear archivos colaborativos, recibir feedback de sus compañeros y de sus docentes, etc.
También, herramientas como Google Hangouts, le permiten al docente organizar sesiones de asesoría virtual para resolver dudas de sus estudiantes. Estas sesiones quedarían grabadas para que el estudiante la consulte cada vez que lo necesite.
En el contexto actual, saber inglés y otros idiomas se ha convertido en algo imprescindible. Afortunadamente, contamos con herramientas como Duolingo, que nos permiten aprender diferentes idiomas a nuestro ritmo y a través de un sistema de gamificación, haciendo que el proceso de aprendizaje sea divertido.
Otra herramienta muy interesante, es Busuu, una comunidad en la que aprendes idiomas mientras interactúas con personas de diferentes partes del mundo. Una manera muy interesante de mejorar el nivel del idioma que elijas y aprendes de otras culturas.
¿Por qué limitarnos a interactuar con personas de nuestra ciudad, cuando Internet nos da la posibilidad de conocer personas de cualquier parte del mundo?
Plataformas como LinkedIn, foros y comunidades virtuales, nos permiten conocer personas y crear grupos para compartir información o crear proyectos colaborativos.
El potencial de estas herramientas es tremendo, pues nos permiten conocer el contexto de nuestra área de interés en diferentes países y relacionarnos con gente fascinante.
Finalmente, no puedo terminar este articulo sin mencionar el potencial de la Inteligencia Artificial y la Impresión 3D; sin embargo, aún son tecnologías que, por su costo, aún son difíciles de implementar masivamente en entornos educativos. Si bien es cierto que, ya se han hecho grandes avances en ambas tecnologías, aún no se ha aprovechado su potencial real en el campo de la educación.
Las herramientas digitales están allí, al servicio de la educación; pero, es responsabilidad de los docentes y de las instituciones educativas implementarlas como parte integra del proceso de aprendizaje, en lugar de verlas como un obstáculo o una distracción para los niños y jóvenes.
