El término “Industria 4.0”, fue creado originalmente por el gobierno alemán, con el fin de señalar la “Industria Inteligente” o “Cuarta Revolución Industrial” y se corresponde con una nueva forma de organización de los medios de producción cuyo objetivo es poner en funcionamiento fábricas inteligentes capaces de adaptarse a los nuevos procesos de producción, nuevas necesidades y utilización eficientemente los recursos. Para ello, esta industria utiliza herramientas tecnológicas, principalmente, el llamado “internet de las cosas” y la asistencia de cobots o robots de tipo colaborativo.
Los cobots de tipo colaborativo de Universal Robots, una empresa danesa fundada en 2003 son uno de los mejores exponentes de esta industria 4.0. Además de ofrecer una alta rentabilidad económica, con periodos de amortización de unos 2 años, aseguran una alta capacidad de colaboración y seguridad en su operación.
Son capaces de librar a operarios tareas repetitivas, peligrosas o sucias, reduciendo lesiones y accidentes, además y tras una correcta evaluación de riesgos, pueden trabajar sin protecciones adicionales al lado de los empleados de producción.
Otra de las ventajas de esta patentada tecnología es su sencillez: utilizando un intuitivo interfaz en 3D, es posible para operarios sin experiencia o formación en programación, configurar y manejar de forma rápida y sencilla los brazos robóticos. Tan fácil como mover el brazo a los puntos deseados de trabajo o utilizar un simple sistema de flechas desde una tableta con pantalla táctil.
La instalación rápida proporciona otro beneficio adicional: mientras que las primeras industrias de automatización requerían semanas para la puesta en marcha de sus procesos, los cobots de Universal Robots tienen un plazo medio de instalación de medio día. El tiempo necesario para que un operario sin cualificación específica lo monte y prepare para su primera tarea simple, no suele superar una hora.
La flexibilidad es otro de los logros de la compañía. Un cobot es ligero, requiere poco espacio físico y ha superado las trabas de la robótica especializada solo capacitada para un reducido número de funciones. Sin necesidad de cambiar el diseño de producción, ahora es sencilla la reasignación de funciones, pudiendo automatizar todo tipo de tareas manuales e incluso aquellas que requieren rápidos cambios de formato o series de producción cortas.
Como podrá ver si accede a este enlace de la página web de Universal Robots, los cobots pueden utilizarse en todo tipo de industria sea cual sea su tamaño y su función requerida. En la fabricación de plástico, por ejemplo pueden ser utilizados en todas las áreas productivas implicadas incluidas las cargas y descargas de PVC, proyectos de selección y colocación o desmoldeo, reduciendo los trabajos repetitivos, ampliando las capacidades de producción y agregando seguridad y valor añadido. Lo mismo ocurre con la industria automotriz donde incrementar la flexibilidad y seguridad es muy fácil en tareas como control de calidad, manipulación, etiquetado, montaje o atornillado.
El área de la producción alimentaria también ha resultado una implantación exitosa: diseñados para reducir el riesgo de acumulación de polvo y materias potencialmente dañinas, conforman una unidad sellada herméticamente y dispuesta para su utilización en entornos de alta necesidad higiénica, como en todos los sectores de trabajo, pueden ser reasignados y reprogramados para nuevas funciones tantas veces como se precise.
La industria química es otra de las más implicadas en la utilización de cobots. En las áreas de cálculo, reparto e inspección y mezcla proporcionan resultados de producción uniformes y válidos a un sector cuya exactitud es un factor clave de éxito, además es posible utilizarlos para montaje de piezas pequeñas usadas en prótesis y dispositivos médicos y están capacitados para una manipulación estéril del producto.
Para todas ellas o para empresas especializadas, el área de packaging es otra de las que se ha beneficiado enormemente de su uso, al poder beneficiarse de menores gastos de explotación, mayor calidad final, alto rendimiento, velocidad y precisión. Muchos otros sectores, como una agencia SEO ya empiezan a interesarse, y no solo estas, también las que se dedican al diseño web.
De la misma forma que sucedió con los primeros ordenadores corporativos hace 40 años, la industria 4.0 no vendrá en un futuro próximo, es ya una realidad cotidiana en las compañías productivas más competitivas del presente. Y una necesidad para aquellas que quieran seguir siéndolo.